Me llevó muchísimo tiempo pedir ayuda la verdad…porque pensaba que se me pasaría en un tiempo esos dolores de barriga que me hacían ir cada dos por tres al baño y la verdad es que cada día mi ansiedad estaba aprendiendo hacer las cosas cada vez «mejor» y con «mejor» me refiero a que pretendía conseguir anularme por completo, era ella la que tomaba las decisiones de dónde ir, qué hacer, cómo hacerlo etc. y así estuve por un tiempo largo hasta que me di cuenta que las sensaciones físicas que notaba como por ejemplo ese nerviosismo que te pide que salgas corriendo, esos sudores fríos, esa taquicardia que sientes que se te sale el corazón, dolores musculares, mal dormir los días de antes porque sabía que la situación temida se acercaba…un sin fin de cosas que tras mucho tiempo de aguantar, ya eran tantas que me llevaron a buscar ayuda y desde luego fue la mejor decisión que tomé. Por fin entendía mejor todo lo que me pasaba, aprendí a identificar las sensaciones físicas, los pensamientos, mis escapes y huidas de las situaciones que me daban miedo, es decir, todo aquello que hacía que el problema en lugar de desaparecer se agravará. En definitiva pedir ayuda fue lo mejor que hice para poder entender mejor mi problema y cómo solucionarlo porque desde luego y doy fé de ello DE QUE SE PUEDE ATAJAR Y SOLUCIONAR hasta el punto de que la ansiedad desaparece por completo ante una misma situación que antes hubiese sido la peor de las situaciones para mi y que con el tiempo estás en esa misma situación y sorprendentemente estás como si nada (creedme que es así porque yo era la mayor de las escépticas en creerme que aquello que sentía se pudiese pasar en el tiempo y es que se acaba pasando). Lo único que recomiendo a quién me esté leyendo que si te pasa como a mi acude cuanto antes porque cuanto antes vayas antes solucionarás el problema y menos ventaja le habrás dado a la ansiedad para que crezca.
Semana tras semana y con muchísimo esfuerzo por mi parte de enfrentarme aquello que más miedo me daba como por ejemplo era viajar y no estar cerca de un aseo. Con mi psicóloga aprendí como ya he dicho antes a identificar pensamientos que para mí eran ABSOLUTOS y pues bueno al enfrentarme a esas situaciones que me daban miedo descubrí que absoluto absoluto…jajaja hay pocas cosas y que lo que piensas que va a pasar en la gran mayoría de ocasiones NO PASA. Aprendí entonces a reajustar mis pensamientos para que fueran realistas y no tan catastrofistas como lo eran hasta la fecha
La terapia cognitivo-conductual maravillosa te enseña a ponerle un toque de realismo a las cosas porque ni todo es tan bueno ni tan malo como lo era en mi caso. Y que una vez empiezas a trabajar con ella sirve para cualquier aspecto de tu vida, es…como llenar tu mochila de pequeños paracaídas para que cuando «te caigas» se puedan abrir y la caída, desde luego sea menos fuerte, básicamente tus herramientas salvavidas.
Y de mi psicóloga Iris, puedo decir que es estupenda, es cercana, confidente, no juzga, simplemente te transmite completa tranquilidad cuando le estás contando lo que para ti en ese momento es lo más horrible del mundo y es que ahora entiendo esa tranquilidad, puesto que ella había visto antes «miles y miles» de veces eso que tú le estás contando y es que sabe más que de sobra que se puede tratar y que hay éxito tras su aplicación.”
He aprendido que hay que relativizar las cosas en la vida, que lo que piensas que va a pasar en un porcentaje muy alto de ocasiones no pasa y que por fin me creo que las cosas acaban pasándose y se abren nuevas etapas y es que no te quedas estancado en esa etapa si estás haciendo por solucionarla aunque sé de sobra que en el momento es algo más que difícil de creer acaba pasando y desapareciendo el problema. Tengo que avisaros que en el momento no ves resultados inmediatos pero a medio y largo plazo los veréis porque lo que sí he aprendido es que hay que ser constante y que con el tiempo se pasa. Y NO DARLE MÁS IMPORTANCIA DE LA JUSTA Y NECESARIA al problema, que sólo es eso…un bache que se puede reparar y que como va a estar ahí el problema, tienes 2 opciones o la mala (que no es opción) o la buena, es decir, afrontarlo con ganas y mucho optimismo, QUE TODO ACABA PASANDO.